En poco más de 20 años de ejercicio profesional he visto que, si para el psicoanálisis se considera el caso por caso evitando las fórmulas que lleven a caer en generalizaciones y que por el contrario subrayamos la individualidad de cada analizante, en cada consulta de primera vez es el dolor emocional el que nos lleva a la consulta… si bien, cada sujeto lo experimenta, vive o padece muy a su manera, sigue siendo éste la constante en la demanda de tratamiento.
Por ello, es importante puntualizar que si bien los detonadores o causas que nos hace sufrir pueden ser tan variados y distintos entre una persona y otra, esa parte intangible que son nuestros afectos, pueden hacernos imposible disfrutar la vida e incluso, como todo aquello que no logramos poner en palabras, el cuerpo puede terminar por gritarlas al enfermar.
Además, recuerda que del dolor físico de uno u otra manera podemos erradicarlo, pese al costo económico de una enfermedad y al costo emocional que también implica, pero al fina, podemos decir que lo “eliminamos”; sin embargo del dolor emocional podemos cargarlo acuestas toda la vida y medio alcanzar a verlo sólo a través de sus efectos… por eso es crucial trabajar en ti mismo.
Por ejemplo, el aprender a superar el rechazo, evitar el empantanarnos en lo que nos causa dolor, aprender de la experiencia, superar el insistir leerlo todo a través dela culpa, uno de los mayores malos entendidos, bienpueden ser herramientas que nos ayuden a superar el dolor emocional… muchos me pueden decir “se oye fácil, pero no sé cómo hacerlo”, sigue leyendo y verás una alternativa…
El dolor emocional, como te decía, es algo que mientras no te tomes en serio tus emociones, tu mundo afectivo, podemos cargarlo toda la vida sin resolver y sólo lo veremos por los efectos, la mayoría adversos al estar repitiendo uno y otra vez los mismo desenlaces en las historia que vivimos, donde detalles más o menos, vamos hilvanando el mismo resultado una y otra vez. Esa repetición, es el resultado de lo que en algunos momento de tu vida ha dejado una marca, una huella en tu inconsciente, y al no haberlo podido tramitar, elaborar o “digerir” en su momento, lo repetimos sin darnos cuenta en búsqueda de una respuesta.
Es por ello que el dolor emocional, impacta en la calidad de tu vida y por la onda expansiva que puede llegar a alcanzar, pueden ser sus efectos aún mayores que los del dolor físico. Así, a una primera herida emocional, se le pueden agregar estrés, angustia y muchas emociones que al vivencias sobre dimensionales, sólo deparan experiencias negativas que pueden ir contagiando otras áreas de vida.
Eso sí, el dolor emocional en algunos casos puede ser tan severo que sí es una limitante para usufructar o desarrollar la capacidad de disfrutar la vida, y en casos extremos, puede llegar a ser un factor que hace cuestionarnos sobre el qué tanto vale la pena intentar cosa nuevas o seguir.
Ante estos escenarios que implica las pérdidas, crisis de vida, momentos en dónde la vida nos puede cambiar de forma abrupta, separaciones y cualquier otro motivo que pueda provocarnos padecer, es decir experimentar de cerca el dolor emocional, te sugiero algunos puntos que te pueden ayudar a <<ganar tiempo>>, es decir, de ninguna manera te los planteo como la última palabra al respecto, la solución o la fórmula que a todos les va a funcionar, sólo digo que sugiero algunos puntos que te pueden ayudar a seguir adelante y ganar tiempo en lo que logras dar solución definitiva a lo que hoy te provoca malestar.
Lo primordial, es cuidar tu integridad física y emocional. Para ello, necesitamos emprender acciones simples, bien pensadas en cuidar ambos flacos de forma simultánea.
Reconoce que atraviesas por una crisis de vida, negarlo te hará perder tiempo valioso y te puede exponer a no cuidar de ti lo suficientemente bien.
Cuida tu alimentación, es importante pese al desgano o no tener hambre, hacer 3 comidas al día. Como si fuera medicina, pontevedresas horarios o lo que necesites para cumplir con tu alimentación. Al igual, tu descanso, tus horas de sueño, aunque pueda ser difícil, inténtalo.
Es necesario que gradualmente vayas ocupando los espacios en tu mente con algo nuevo: iniciar una rutina simple de ejercicio, empieza un libro nuevo, lo que vaya mejor contigo y te ayude a hacer algo nuevo; recuerda que de lo contrario, si tu mismo reiteras en los pensamientos de rechazo, autoreproches, culpa o aflicción, recuerdos pasados o añoranzas de lo que se ha perdido o angustia por lo que se puede peder por ejemplo, sin que puedas pensar más allá de lo que ya sabes y generes preguntas nuevas con ello, sólo será reiterar en lo mismo y la mejor forma para empantanarte en el dolor emocional.
El atravesar una crisis de vida, puede ocasionar el decremento en la autoestima, el que empecemos a generar un montón de certezas que si en el momento nos calman ante la nota de incertidumbre que puede tener lo que atravesamos, a largo plazo nos van a dar más dolores de cabeza que soluciones ¿Por qué? Por de certezas en certezas, podemos empezar a crear todo un sistema de creencias y así dejar de pensar, así empezar a conformarnos con lo sabido…
Como te decía, el darle un lugar a tus emociones, el procurar tu salud emocional, es igual de importante que la salud física pero a veces es lo que más descuidamos. Por ello, es importante que logres conectar contigo mismos, con las emociones, sensaciones, afectos, recuerdos, sensaciones por las que atraviesas y puedas preguntarte de dónde viene, qué es lo que lo está provocando e ir diferenciando gradualmente, por ejemplo, el dolor del enojo. Así mismo, es importante aceptarte a ti mismo y empezar a trabajar por reconocerte en toda la maraña de afectos…
Lo que podido ver en diferentes análisis con mis pacientes, es que el momento que logran desmitificar sus creencias y certezas sobre lo que hoy les hace padecer, es cuando empezamos a ver los mayores cambios en el tratamiento.
Recuerda, que si un periodo de vida complicado se te presenta, el pedir ayuda no es sinónimo que no puedas. Sólo busca ayuda quien tiene el valor para enfrentarse a sí mismo y vencerse. Quien busca ayuda no es porque no pueda solo, sino porque en verdad quiere reinventarse…
El reencontrarte a ti mismo, el reencontrar tus emociones para verlas en la justa proporción para que logres en un segundo tiempo reinventarte fortalecido, con un proyecto de vida, con un propósito y un significado para ti y tu vida, pero en especial para que seas tu mismo al lograr reinventarte, el que desarrolle exponencialmente su mundo…
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